lunes, 9 de noviembre de 2009

Historia de la Feijoada

Fuente: Clarin.com



Historia de la feijoada

Es el plato más tradicional de Brasil, un símbolo de la cultura y también de la independencia de ese país. Conocé cómo se gestó la comida que identifica al brasilero.




La "feijoada" (fabada), un cocido de fríjol con varias carnes de cerdo y de vaca que es considerado el plato más típico de la culinaria brasileña, también es un símbolo de la resistencia de Brasil a la dictadura de la etiqueta europea durante la colonización portuguesa, según una moderna teoría.

Esa por lo menos es la tesis del historiador brasileño Almir El-Kareh, profesor del Departamento de Antropología de la Universidad Federal Fluminense, especialista en los períodos de la colonización portuguesa y del imperio brasileño y quien lidera una investigación sobre los hábitos alimenticios en esas épocas.

De acuerdo con el historiador, el cocido de fríjol con carnes poco nobles era considerado como "comida de pobre" por los miembros de la Corte portuguesa que se instaló en Río de Janeiro, pero ese veto no impidió que los criollos brasileños, tanto ricos como pobres, mantuvieran su gusto por la "feijoada".

"Fue un grito de resistencia a la colonización, aunque tal vez no consciente. Fue una demostración de que los brasileños no aceptarían, al menos en su alimentación, todas las imposiciones de la etiqueta europea introducidas por la Corte portuguesa", dijo El-Kareh en entrevista a Efe.

"La feijoada fue uno de los primeros símbolos de la identidad nacional brasileña", agregó el especialista, que es doctor en historia de la École des Hautes Études en Sciences Sociales (EHESS), de Francia.

El veto de la Corte no impidió que la "feijoada" sobreviviera 200 años hasta hoy y se convirtiera en el plato más emblemático de Brasil, servido generosamente tanto en casa de ricos como de pobres y casi que una obligación para los turistas que visitan el país.

Con el tiempo se estilizó hasta convertirse en un cocido de fríjol negro con carnes como oreja de puerco, costilla de res, tocino, chorizo y otros embutidos, servido junto con arroz blanco, coles, chicharrones, harina de mandioca y pedazos de naranja, y acompañado de un batido de cachaça con limón.

"Debret llegó a relatar que vio a un pequeño comerciante comer fríjol con pedazos de carne seca y harina escondido de todo el mundo en el fondo de su tienda", asegura el historiador al referirse a la forma como el plato era mal visto por la Corte.

Entre los cambios sociales traídos por los nobles estaba la etiqueta en la mesa, que impulsó una transformación gradual en los hábitos de alimentación de las familias brasileñas.

De acuerdo con el historiador, los relatos de la época antes de la llegada de la Corte indican que las familias de los "señores" de los ingenios de azúcar y de las minas de oro comían con las manos sentados en esteras que compartían con sus esclavos.

"Después, con la Corte en Río, los señores pasaron a comer en un canapé mientras que los esclavos seguían sentados en esteras en el piso. En pinturas posteriores podemos ver a las familias brasileñas siguiendo las reglas de la etiqueta europea, con los señores usando mesas y cubiertos para comer, ya sin la compañía de los esclavos", asegura El-Kareh.

"La elite brasileña cambió su ropa, copió la moda francesa y adoptó la etiqueta, pero no cambió de gusto", afirmó.

La tesis del historiador, además, desmitifica una vieja y romántica leyenda según la cual la "feijoada" fue un plato creado por los esclavos, que cocinaban los fríjoles con las carnes menos nobles que sus "señores" despreciaban.

"Lo que era visto como comida de pobre era el fríjol y no las carnes usadas. Las menudencias eran apetecidas en la época y usadas en otros platos, como en el propio cocido portugués y el angu", explica el historiador.

"Además, los esclavos no se preparaban su comida. La comida de los esclavos era preparada por cocineras también esclavas con los ingredientes dados por sus señores", agrega.

De acuerdo con El-Kareh, la feijoada surgió en la cocina de las familias ricas.

"Como ocurre hasta hoy, y que sigue dejando en evidencia las desigualdades brasileñas, los ricos se preparan feijoadas con más variedad y calidad de carnes, y los pobres con lo que pueden", concluye el historiador.



No hay comentarios:

Publicar un comentario